Esta actividad presenta un gran potencial y muchas posibilidades
de aplicación dentro del centro escolar, existiendo numerosos elementos donde
practicar esta habilidad. En el gimnasio del centro se pueden encontrar
elementos convencionales como espalderas, bancos suecos, plintos, etc., que son
muy útiles para este fin, siendo unos equipamientos motivantes y enriquecedores
para el niño, si se utilizan con imaginación e ingenio.
También se
utilizan elementos no convencionales, como los rocódromos, que son paredes, con
presas artificiales, adaptadas para la práctica de la escalada. El tipo de
presas que se suelen utilizar en estos muros, van desde los tacos de madera
obtenidos de los cortes de una carpintería, pasando por cantos y piedras, hasta
presas industriales de resina y fibra, paneles modulares, o estructuras de hormigón
proyectado. En el colegio se suele utilizar la madera, cantos o presas
artificiales, por ser las formas más económicas para crear un rocódromo.
La utilización de
las paredes y muros del centro escolar supone la creación de un espacio idóneo
para la
práctica de esta habilidad y supone optimizar las instalaciones del centro educativo.
práctica de esta habilidad y supone optimizar las instalaciones del centro educativo.
Una forma de
trabajar la iniciación a la escalada es la valla o el boulder. Esta actividad
implica un desplazamiento y una progresión horizontal sobre la pared, con lo
que:
- Se evita
utilizar material específico de escalada, como cuerdas, arneses, etc., que
puede ser inasequible para algunos centros escolares.
- Pueden
trabajar una gran cantidad de alumnos de forma simultánea.
- Existe un
mayor control de contingencias y se reduce la posibilidad de lesión.
- Se facilita
la corrección de los aspectos técnicos y la retroalimentación del alumno.
Es importante destacar
los factores que intervienen en la escalada, desde cuatro
ámbitos básicos,
físico-motor, perceptivo, social y cognitivo-psicológico.
DÍPTICO
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